Espeleta, Cuenta en sus escritos, que este líquido, fomentaba una atmosfera de empatía entre los invitados a las juergas secretas, promovidas por la élite de Cartagena y Santa Marta. Esta empatía era acompañada por una particular sensación de euforia y control que permitían que la juerga se desarrollara con un balance de permisividad y tranquilidad entre los Virreyes, Indias, Mulatas, Criollos, todos ataviados de singulares disfraces para no revelar su pecadora identidad.

Dicen que era un antiguo fraile traído del Monasterio de San Millán de Yuso en Castilla a Cartagena de Indias para hacer la evangelización de las tribus; que siempre gusto de la noche pero nunca se le permitió, por lo que ocultaba su apariencia para poder vivir la noche, para esto encargó una cabeza de Búho para siempre estar despierto y mirar en todas las direcciones. Cuentan también que este era su disfraz preferido, para ocultar su identidad cuando estaba de Juerga.

Según algunos textos su voz es suave y todos la sentimos, invita a eso que sabemos y que queremos. Enseña a llevarse bien en la noche con enemigos, dueños y servidores. Todos pueden llamarlo y al tomarlo nos muestra los caminos de la noche sin remordimientos.